César Higa Silva
El libro es sobre uno de los movimientos más influyentes en la cultura jurídica peruana de los últimos 30 años. El otro movimiento es el constitucionalismo pero que tendrá 15 años y, quizás, todavía es muy pronto para examinar sus efectos en nuestra cultura jurídica.
A mi me interesó ubicar el movimiento entre 1989 y 1990 para entender el éxito que tuvo en los 90 y la primera década del 2000. A fines de los 80 e inicios de los 90, el Perú era un país devastado económica, social y políticamente; sin esperanzas donde millones de personas emigraban (huían, quizás) para buscar algún futuro. Sendero Luminoso se volvió el principal enemigo público del país.
A nivel internacional, en el año 89, cayó el Muro de Berlín. En los 90, implosionó la URSS. El Comunismo era visto con miedo y, de seguro, con mucho razón.
A nivel del debate público, quizás valga la pena retrotraernos a agosto de 1987, en la Plaza San Martin, Mario Vargas LLosa dio un discurso donde se delinearon las ideas fuerza del que sería el «Movimiento Libertad» y que creo marcó mucho del debate público en las siguientes décadas.
En los 90, EEUU se constituyó como la única superpotencia mundial. La escuela de Chicago ganó varios premios nobel: Stigler, Coase, Becker, etc. Las ideas liberales económicas se volvieron parte del sentido común. Se prometió que habría mucho sufrimiento (de ahí la famosa frase «Que Dios nos ayude»), pero el país sería otro después de que se estabilice y empiece a ordenarse.
El Presidente Fujimori aplicó las recetas del consenso de Washington. Muchos de los jóvenes abogados de ese entonces se fueron a estudiar a EEUU y volvieron a transformar parte de nuestro Derecho.
Ese creo es el contexto en el cual se asentó el AED en el Perú a inicios de los 90. Lo que me acuerdo de los fines de los 90 e inicios del 2000 es que muchos de sus planteamientos eran teóricamente simples pero atractivos; su arsenal formal era precioso. Si aceptabas las premisas luego era cuestión de aplicar lógica y matemáticas para extraer sus derivaciones. También tenía una visión holística sobre cómo el Derecho impactaba en la vida de las personas y cómo podías mejorarle la vida a las personas.
Como bien dicen los autores, 30 años después nos merecíamos entender a ese movimiento que impactó tanto en nuestra cultura jurídica; el por qué de su éxito en el Perú; qué nos ofreció; y si sus promesas se cumplieron o no. También es importante ver el Perú de los 90 con todo lo que sabemos hoy.